Esta escultura presenta una figura que oscila entre la belleza clásica y la animalidad mítica. Con rasgos refinados, mirada desafiante y una expresión severa, este rostro de fauno o demonio encarna una fuerza ambigua, orgullosa y enigmática. Las texturas patinadas y los tonos de verde y cobre refuerzan su carácter simbólico, como si emergiera de un mundo antiguo cargado de leyendas. Es una pieza que no busca provocar terror, sino invitar a contemplar lo monstruoso como algo noble y cargado de significado.

Escultura modelada en arcilla refractaria de chamota fina y reproducida en resina. Pintada con goma laca, pintura de tiza, acrílicos, pintura férrica y barniz.

17 x 15 x 8 cm | 6 x 5 x 3 in